Leighton O'Brien lanza un paquete de herramientas para la gestión de riesgos

Expertos australianos en monitoreo y pruebas están lanzando un manual de herramientas gratuitas.

El doce por ciento de los sistemas de combustible subterráneos no monitoreados fallan una prueba de integridad del equipo (EIT), lo que indica un posible problema de fuga o mantenimiento, revelan datos del proveedor de análisis de combustible Leighton O'Brien.

Los sistemas de combustible no monitoreados incluyen aquellos que no utilizan métodos de monitoreo continuo de pérdidas tales como SIR, Wetstock SaaS, y detección de fugas en la línea ATG/electrónica. Los sistemas supervisados tienen tasas de fallos inferiores al 0,5% anual.

El análisis muestra que la gran mayoría de los sistemas de combustible que fallan son de acero, de los cuales el 90% son tuberías y el 10% son tanques de una sola capa.

El director ejecutivo de Leighton O'Brien, Reed Leighton, dijo que los datos muestran que las tuberías de acero de una sola capa representan el mayor riesgo para la seguridad de la industria.

"Los tanques de fibra de vidrio de doble capa y las tuberías de polietileno de alta densidad (PEAD) de doble capa tienen una tasa de contención exitosa del 99,9%, si los sistemas se instalan correctamente y se prueban de forma independiente", dice O'Brien.

La compañía australiana ha lanzado Underground Fuel Systems: Su kit de herramientas de gestión de riesgos definitivo, que contiene información útil sobre las causas, los efectos y la prevención de las fugas de combustible y la contaminación.

"La investigación también revela que el 36% de los sistemas de combustible subterráneos contienen cierto grado de contaminación de combustible en el fondo del tanque, incluyendo bacterias, partículas, lodos y agua", añade O'Brien.