Cómo replantearse la distribución del espacio en las estaciones de servicio

En la transición de destinos de repostaje a centros de movilidad, los minoristas de combustible están reconsiderando la distribución del espacio para albergar nuevos servicios y mejorar la experiencia del cliente. Hablamos con representantes de empresas dedicadas a la construcción, el diseño y la explotación de estaciones de servicio para que nos expliquen cómo afectan estos cambios a su distribución.

A medida que los minoristas de combustibles diversifican sus servicios y amplían su oferta energética, la distribución del espacio de las estaciones de servicio sigue incorporando más elementos en una misma ubicación. ¿Cómo reorganizan las empresas sus instalaciones para seguir el ritmo de esta transformación? PetrolPlaza habló con varios expertos implicados en la planificación, el diseño, la construcción y el manejo de gasolineras para analizar qué define actualmente la distribución del espacio de una estación de servicio.

Asignación y construcción de emplazamientos

Paolo Alberti, miembro del Centro de Excelencia Innofuel de Artelia, describe dos acontecimientos recientes en el sector minorista del combustible. El primero se refiere a la transición de los destinos de repostaje a centros multiservicio, que requieren parcelas más grandes para más servicios, como tiendas de conveniencia, lavado de coches y recarga de vehículos eléctricos. El segundo deriva de la integración de las estaciones como parte de un destino comercial más complejo, como supermercados o grandes centros comerciales.

Ambos escenarios han repercutido en la optimización del espacio de las marcas a distintos niveles. El experto afirma que las consecuencias no sólo implicarían un aumento de sus presupuestos inmobiliarios debido a las mayores necesidades de suelo, sino que también limitarían la búsqueda de ubicaciones debido a la escasa disponibilidad de capacidades energéticas para la carga eléctrica. Esto se suma a la demanda de espacio existente: los operadores necesitan garantizar un tráfico fluido de clientes y entregas, así como distancias de seguridad suficientes para transportes de energía delicados, como gases o combustibles fósiles.

Estos retos en la fase de planificación obligan a reevaluar varios aspectos que componen la estación de servicio actual. "La visibilidad de la estación de servicio desde la calle es menos crucial que en el pasado, hay otros elementos de atracción a los que se une el repostaje como comodidad", señala Alberti a modo de ejemplo. Aparte de la construcción de una estación, estos cambios están dando forma también a sus diseños arquitectónicos, lo que se traduce en nuevas formas de comunicarse con su entorno.

La identidad visual de las estaciones de servicio

La distribución del espacio desempeña un papel importante a la hora de transmitir un servicio de calidad y los valores de la marca. También comprende la identidad visual de una estación de servicio, que se deriva del concepto que los minoristas pretenden implementar en una zona determinada y de la comunidad a la que sirve. La tarea de un arquitecto consiste en combinar todos estos factores en una propuesta moderna y atractiva tanto para los clientes como para los consumidores.

Según Patricio Pon, Director de PON Arquitectos, la optimización del espacio requiere equilibrar el diseño de cada propuesta. "La arquitectura deviene de las características de los consumidores, las necesidades operativas y de circulación, junto con la evaluación de las oportunidades comerciales que pueden desarrollarse complementariamente a la venta de combustible, para desarrollar una propuesta integral de distribución de espacios, que promueva la concurrencia de los clientes, el consumo durante su visita y la correcta operación de cada negocio", describe el arquitecto.

Las empresas también se están centrando en la armonía medioambiental de sus instalaciones. El responsable del estudio de arquitectura argentino explica que esto puede repercutir en la satisfacción de los conductores, al favorecer la calidad de vida de la comunidad y permitir la materialización de las experiencias buscadas.

"Dependiendo de la ubicación y características de los consumidores varían las propuestas de las marcas. El error muchas veces radica, en partir de un concepto único, donde se crea que no hace falta adaptar un modelo porque en determinado lugar dio resultados positivos", concluye Pon. Dado que sacar el máximo partido del espacio de la estación de servicio depende tanto de los clientes como del formato, las empresas están diversificando sus modelos de venta al por menor para aprovechar ambas variables. Así, los conceptos de autoservicio siguen ganando espacio en nuevos mercados respaldados por la rentabilidad y la menor utilización del espacio.

Los minoristas de combustibles transforman sus instalaciones

El minorista austriaco de carburantes OMV ha lanzado recientemente su marca FastLane, un proyecto piloto de instalaciones de autoservicio formado por puntos de venta de la marca Avanti y por estaciones reconvertidas. Gernot Gollner, responsable del negocio de estaciones de servicio de OMV en el país, explica que la reconversión de estaciones permite una explotación más rentable, aprovechando los edificios existentes y la frecuencia de visitantes para ofrecer servicios adicionales.

Esto ha llevado a la empresa a centrarse en la transformación de instalaciones en lugar de ampliar su huella actual, que incluye más de 200 emplazamientos en Austria. "Si se construyen emplazamientos completamente nuevos, tenderán a ser de pequeña escala y, en cualquier caso, tendrán un componente fijo: infraestructura de carga para vehículos eléctricos", dice Gollner, en referencia a los esfuerzos de la empresa por alcanzar los objetivos climáticos de la UE.

Por otro lado, Ballenoil es un minorista español de carburantes que explota una red con un enfoque híbrido, combinando el autoservicio con la presencia de personal y amplios servicios de lavado de coches.  "Nuestro modelo se basa en la eficiencia. Por eso, estudiamos tanto el diseño como la ubicación de cada nueva estación. Nuestro equipo analiza todas las variantes posibles y valora la forma más eficiente de ubicar tanto nuestros surtidores como nuestros puntos de lavado 'Ballena Azul'", señala Laura Pinto, Directora de Comunicación de Ballenoil. La marca ha acelerado sus planes de expansión, que se traducirán en una red total de 200 puntos en todo el país en 2022, y 90 más que se abrirán en los próximos tres años.

Ninguna variable por sí sola puede definir si la distribución del espacio en las estaciones cambiará significativamente en el futuro. El panorama actual muestra que las empresas están tanto transformando sus instalaciones a medida que conocen mejor a su clientela como mejorando los emplazamientos mediante nuevas tecnologías y servicios. Esto deja la puerta abierta a la creación de conceptos innovadores diseñados para servir mejor a las comunidades, y es seguro que al otro lado aparecerá un panorama más diverso de estaciones de servicio.

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